Uno de los cítricos más polivalentes en la cocina mediterránea es el limón, una fruta que se aprovecha para múltiples elaboraciones, tanto para ligar salsas (como la mayonesa), como para aderezar platos y ensaladas. ¿Quién se ha resistido a soltar un chorrito del ácido jugo sobre un plato de paella? Ya no hablamos...