Los 74 metros que ocupa en un tramo paralelo al Paseo Zorrilla la convierten en una de las calles más pequeñas de Valladolid, pero la tranquilidad que se respira allí a diario en este entorno peatonal, situado al lado de la plaza de toros, se transforma ante la presencia de numerosos aficionados cada vez que se celebran festejos taurinos