Esta pizza caprese se prepara con queso ricotta en lugar de mozzarella, lo que la convierte en una opción más ligera y baja en grasas. El queso ricotta es rico en proteínas y calcio, lo que ayuda a mantener los huesos y los músculos fuertes. Además, esta pizza está cubierta con tomates frescos, hojas de albahaca y un chorrito de aceite de oliva, lo que la convierte en una opción saludable y deliciosa.