Si quieres añadirle un toque de dulzor y color a tu tarta de queso vasca, puedes decorarla con mermelada. Puedes utilizar mermelada de frutas como fresa, frambuesa o arándano. Una vez que la tarta esté horneada y enfriada, extiende una capa de mermelada sobre la superficie y decora con frutas frescas. El contraste entre el sabor suave y cremoso del queso y el dulzor de la mermelada hará de esta tarta un postre irresistible. Esta variante de la tarta de queso vasca es perfecta para los amantes de los sabores frutales.