Esta variante de la fabada asturiana incluye setas, lo que le da un sabor único y una textura deliciosa. Se pueden utilizar diferentes tipos de setas, como champiñones, boletus o níscalos, según tu preferencia. Las setas se añaden junto con los demás ingredientes y se cocinan a fuego lento hasta que estén tiernas. El resultado es un plato lleno de sabor y aroma que combina lo mejor de la fabada asturiana con la intensidad de las setas.