La Catedral de Santa María del Fiore es uno de los monumentos más emblemáticos de Florencia. Su construcción comenzó en 1296 y se terminó en 1436. Es famosa por su cúpula de ladrillo rojo diseñada por Brunelleschi, que es una de las más grandes del mundo. La catedral también cuenta con una impresionante fachada de mármol blanco, verde y rosa.