Si quieres añadir un poco de textura a tu sopa de galets, puedes hacer crujientes de pan para acompañarla. Simplemente corta rebanadas de pan en trozos pequeños, rocíalos con aceite de oliva y hornéalos hasta que estén crujientes. Sirve la sopa de galets en platos hondos y coloca los crujientes de pan encima. Disfruta de la combinación de la sopa caliente y el pan crujiente.