Si quieres añadir un toque cítrico a tu caldereta de langosta, prueba esta receta con un toque de limón. El jugo y la ralladura de limón le dan a la caldereta un sabor refrescante y ácido que equilibra perfectamente los sabores intensos de la langosta y los demás ingredientes. Sirve esta deliciosa cena con arroz blanco o pan crujiente para disfrutar al máximo de los sabores.