Esta versión innovadora de las pochas a la navarra combina la cremosidad del huevo poché con el crujiente del jamón para crear un plato lleno de contrastes. Las pochas se cocinan con cebolla, ajo, pimiento y tomate, pero en lugar de añadir carne, se agrega un huevo poché en el centro del plato. El jamón se corta en tiras finas y se fríe hasta que quede crujiente, luego se coloca encima de las pochas y el huevo. El resultado es un plato delicioso y visualmente atractivo, perfecto para sorprender a tus invitados o simplemente para disfrutar de una comida reconfortante.