Los caracoles a la madrileña son todo un clásico de las tascas y bares de Madrid. Servidos en una cazuela de barro y generalmente como tapa o pincho, acompañados de un buen vino tinto. Esta emblemática receta guarda su mejor secreto en preparar una buena salsa a base de caldo de carne concentrado con embutidos de matanza: jamón y chorizo, cebolla, vino, un toque aromático y picante. Una tasca de las de toda la vida donde poder degustar una buena ración de caracoles a la madrileña en Casa Amadeo.